viernes, 9 de octubre de 2015

Recordando a Eduardo Galeano


El 13 de abril de 2015 falleció en Montevideo el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano considerado como uno de los baluartes de la literatura latinoamericana. Siempre reflejó en sus obras su compromiso con la realidad de esta región. Entre sus obras se destacan: Las venas abiertas de América Latina, Patas arriba.La escuela del mundo al revés, Memorias de fuego, Espejos.Una historia casi universal, El libro de los abrazos, y muchas obras más.

Y es precisamente de El Libro de los abrazos que deseo destacar sus notas sobre La burocracia (1,2 y 3).

"La burocracia/1

En tiempos de la dictadura militar.a mediados de 1973, un preso político uruguayo, Juan José Noueched, sufrió una sanción de cinco días: cinco días sin visitas ni recreo, cinco días sin nada,por violación del reglamento. Desde el punto de vista del capitán que le aplicó la sanción, el reglamento no dejaba lugar a dudas. El reglamento establecía claramente que los presos debían caminar en fila y con ambas manos en la espalda. Noueched había sido castigado por poner una sola mano en la espalda.
Noueched era manco.
Había caído preso en dos etapas. Primero había caído su brazo. Después, él. El brazo cayó en Montevideo. Noueched venía escapando a todo correr cuando el policía que lo perseguía alcanzó a pegarle un manotón, le gritó: ¡Dése preso! y se quedó con el brazo en la mano. El resto de Noueched cayó un año y medio después, en Paysandú.
En la cárcel, Noueched quiso recuperar su brazo perdido:
- Haga una solicitud - le dijeron.
Él explicó que no tenía lápiz:
-Haga una solicitud de lápiz - le dijeron.
Entonces tuvo lápiz pero no tenía papel: 
- Haga una solicitud de papel - le dijeron.
Cuando por fin tuvo lápiz y papel, formuló su solicitud de brazo.
Al tiempo, le contestaron. Que no. No se podía: el brazo estaba en otro expediente. A él lo había procesado la justicia militar. Al brazo la justicia civil.

La burocracia/2

El Tio Sclavo pudo ver y transcribir algunos partes oficiales de la cárcel llamada Libertad, en los años de la dictadura uruguaya. Son actas de castigo: se condena a calabozo solitario a los presos que han cometido el delito de dibujar pájaros, o parejas, o mujeres embarazadas, o que han sido sorprendidos usando una toalla estampada de flores. Un preso, cuya cabeza estaba, como todas, rapada a cero, fue castigado por entrar despeinado al comedor. Otro, por sacar la cabeza por debajo de la puerta, aunque bajo la puerta había un milímetro de luz. Hubo calabozo solitario para un preso que pretendió familiarizarse con un perro de guerra, y para otro que insultó a un perro integrante de las Fuerzas Armadas. Otro fue sancionado porque ladró como un perro sin razón justificada.

La burocracia/3

Sixto Martínez cumplió el servicio militar en un cuartel de Sevilla.
En medio del patio de ese cuartel, había un banquito. Junto al banquito, un soldado hacía guardia. Nadie sabía por qué se hacía la guardia del banquito. La guardia se hacía porque se hacía, noche y día, todas las noches, todos los días, y de generación en generación los oficiales transmitían la orden y los soldados la obedecían. Nadie nunca dudó, nadie nunca preguntó. Si así se hacía, y siempre se había hecho, por algo sería.
Y así siguió siendo hasta que alguién, no sé qué general o coronel, quiso conocer la orden original. Hubo que revolver a fondo los archivos. Y después de mucho urgar, se supo. Hacía treinta y un años, dos meses y cuatro días, un oficial había ordenado montar guardia junto al banquito, que estaba recién pintado, para que a nadie se le ocurriera sentarse sobre la pintura fresca."